A principios de noviembre, el Rinoceronte Negro Occidental “fue declarado oficialmente extinto por la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN)” [Bickhard, 2013]. Sin embargo, otra organización había hecho originalmente la misma declaración hace 2 años. No obstante, la política de la UICN es que esperar 5 años después del último avistamiento de un animal en peligro de extinción antes de hacer un anuncio oficial sobre su estatus. Los principales causas de la desaparición de la especie fueron la caza furtiva ilegal, para sus cuernos para ser utilizados en la medicina tradicional en Asia, y la falta de aplicación de las leyes de conservación.
Como resultado, el mundo ha perdido trágicamente una pieza más del árbol de la Vida metafórico. Más especies están condenadas a sufrir la misma suerte deben los humanos siguen cazando ilegalmente, atrapar, y destruir sus hábitats. Por ejemplo, el leopardo de nieve, que vive en los Himalayas, es clasificada como “en peligro”, con sólo 4080 – 6590 actualmente en el medio silvestre (WWF, 2013). Otra especie d la “Lista Roja” de la UICN es el Bonobo, que se encuentra en la República Democrática del Congo. Esta subespecie de chimpancés acciones hasta el 98% del mismo ADN que los seres humanos y el número es sólo alrededor de 10,000 – 20,000 restantes (http://www.bonobo.org/bonobos/threats/).Aparte de la destrucción de bosques y ser cazados por su carne, su población está disminuyendo debido a la guerra civil anterior en el Congo, haciendo los esfuerzos de conservación difícil. Por último, el Jaguar, que se ha destacado desde hace tiempo en el arte, la mitología y las creencias culturales de muchas civilizaciones indígenas de las Américas (por ejemplo, Maya y Azteca) durante la época precolombina es clasificado como “Casi Amenazada” (WWF, 2013). Esto significa que su supervivencia a largo plazo está en riesgo por la deforestación y podría colocarlo en la misma posición que el leopardo de nieve.
Cuando una especie animal o una planta se declara extintos, eso es todo. Nada va a traer de vuelta esa especie. No sólo se pierde la biodiversidad cada vez, pero todo el ecosistema sufre un desequilibrio, ya que cada organismo vivo tiene una función en el mantenimiento de un ecosistema, desde la polinización de las flores hasta la prevención de los herbívoros de una superpoblación. Además, la humanidad pierde también como las futuras generaciones se enfrentan a la posibilidad de no saber nunca, por ejemplo, lo que un tigre solía parecen o ver una mariposa monarca en su viaje migratorio.
No sólo es necesario que las leyes de protección ser apretadas y ser hechas cumplir, pero otras estrategias deben ser empleados para proteger a los especies en peligro que quedan. Por ejemplo, es crucial involucrar a las poblaciones locales en la planificación de la conservación, el mantenimiento y el desarrollo de industrias sostenibles alternativos para que no se tenga que recurrir a la caza ilegal por su pobreza. De lo contrario, más especies seguirán muriendo de forma permanente.